La capacidad olfativa que tienen los perros es muy superior a la de otras especies. No obstante, hay que reconocer que rara vez se realizan ejercicios de desarrollo olfativo en el perro, pues los propietarios consideran que ese tipo de actividad, sólo está vinculada a perros de una determinada raza y a aquellos perros que van a servir a las fuerzas de seguridad del estado (perros de rescate, detectores de sustancias, etc.).
Sin embargo, el desarrollo olfativo en el perro puede y debe realizarse siempre. El olfato le sirve al perro para obtener toda la información que necesita del entorno, así como para gestionar situaciones de estrés que le incomodan y relacionarse así tanto con sus congéneres como con los humanos. Sea cual sea la raza, tamaño o edad del perro, el conocer la importancia de desarrollar el olfato y practicar con el perro este tipo de actividades, le ayudará a ser un perro seguro de sí mismo y con mayor capacidad de gestión emocional frente a cualquier situación .
El adiestramiento en trabajos de olfato, ha de hacerse siempre de una manera positiva, sin ningún tipo de corrección ni connotación aversiva para el perro. De esta manera, el trabajo de olfato en sí mismo si se realiza mediante un aprendizaje amable y positivo, es autorreforzante para el perro, es decir, el perro trabaja por motivación intrínseca. Si a esto le añadimos el hecho de que buscar y encontrar a su vez conlleva otros premios externos como la comida o el juego de presa o pelota, y además es algo que realiza junto a su guía y le sirve para poder gestionar mejor situaciones estresantes para él, lo convierte sin duda en el ejercicio más saludable que se puede hacer con un perro.
Debemos tener en cuenta que se ha demostrado que 10 minutos de un ejercicio de olfato cansan mucho más al perro que 45 minutos de actividad física como correr. Por tanto, los ejercicios de olfato han de ser breves pero estimulantes y que su nivel de dificultad nunca llegue a frustrar al perro hasta el punto de que cese en el intento de resolverlos. Además, como se suele decir...Lo bueno si breve, dos veces bueno. Debe quedarse siempre con ganas de repetir. Otra cosa importante a tener en cuenta es que en los ejercicios de olfato otro de los objetivos es que el ejemplar sea autónomo y resolutivo en ellos. Por tanto debemos preparar el ejercicio de manera que sea capaz de resolverlo sin nuestra ayuda y siendo él quien decida como obtener los premios y llegar al "final". Los guías sólo debemos actuar como elemento de apoyo y construcción de ellos e intentar intervenir solamente cuanto sepamos que necesita nuestra ayuda para llegar a un premio al que está intentando acceder y no le es posible.
Algunos ejemplos de sencillos ejercicios de olfato que podemos incluir en nuestra rutina diaria con nuestro compañero canino:
1) Esparcir premios en una zona de césped o hierba alta en una zona del paseo.
De este modo estimulamos su nariz en los paseos diarios y seguramente le ayudaremos a usarla más durante éstos. Es importante que indiquemos al perro el inicio del ejercicio y el final (inicio: con la palabra busca por ejemplo y final: le damos nosotros un trocito de premio y le animamos a seguir el paseo). También podemos usar su juguete favorito o una pelota procurando que no haya otros perros alrededor en la realización del ejercicio.
2) Esconder premios o bolitas de pienso por una habitación de la casa, jardín o terraza.
Podemos usar cualquier habitación en la que habitualmente el perro tenga permitido el acceso, esparcirlos por el suelo, en las patas de la silla, debajo de una mesa, en rincones donde el perro pueda llegar pero que tenga que usar la nariz para encontrarlos. Podemos hacerlo también con su juguete favorito o una pelota. Es recomendable ir incluyendo pequeños "obstáculos" o sitios donde poner los premios "no a la vista" con elementos que podamos tener en casa: sillas o taburetes bocabajo, macetas, cajas de cartón o de plástico, etc.
3) El trilero.
Usando por ejemplo vasos de plástico o tupper bocabajo, al principio no más de tres y según el ejemplar coja práctica en el juego aumentar. Escondiendo un trocito de comida debajo de uno de los objetos, lo movemos como en el juego del trilero y le pedimos que nos indique donde está la chuche. Cuando indique el sitio correcto (puede ser dando con el hocico, la pata o simplemente quedándose mirando el correcto) levantamos el objeto dándole acceso al premio.
4) Alfombra olfativa.
Es una base con agujeros y con trozos de tela o manta que se anudan a ella para producir efecto de "hierba alta" en casa. Podéis hacerla vosotros mismos o comprarla a algún refugio que las haga de manera artesanal en beneficio de sus animales. Cuando la tengáis, es tan sencillo y divertido como con su propio pienso o trocitos de premio o salchichas meterlos entre las tiras de la alfombra para que tenga que usar su nariz para encontrarlos. Nos será muy útil además para aquellos perros que comen de manera ansiosa y podemos usarla en su hora de ración de comida diaria para estimularles mentalmente.
Con el trabajo de olfato, aparte de practicar una actividad juntos, estamos ayudándole a sacar el máximo rendimiento a su sentido más potente, lo estamos ayudando a poder relacionarse con sus congéneres como animal social que es, lo estamos ayudando a evitar conflictos y le estamos dando una herramienta valiosísima de reducción del estrés. En definitiva, lo estamos ayudando a ser PERRO, que en el fondo es lo que todo perro necesita.